Antes que nada -para quien no lo sepa- habría que explicar que los chatbots son programas informáticos con los que es posible mantener una conversación, tanto si queremos pedirle algún tipo de información o que lleve a cabo una acción.
Pongamos un ejemplo. Hoy por hoy, si uno quiere comprarse unos zapatos tiene que acceder a la tienda electrónica de la zapatería, encontrar lo que busca y comprarlo. Pero si esa zapatería tuviera un chatbot, solo sería necesario escribir un mensaje a través de la página de Facebook de esa zapatería y decirle qué queremos. E incluso si tuviéramos dudas acerca de las medidas de las tallas podríamos consultarle en un momento nuestro problema.
Las grandes corporaciones, a menudo, pueden permitirse el lujo de mantener un equipo de atención al cliente durante 24 horas. Sin embargo, para millones de pequeñas empresas en el mundo esta opción sencillamente no existe. ¿Pueden los chatbots ser la solución? Parece ser que si. Y es que este tipo de comunicación es capaz de interactuar con los clientes de una empresa. Lo hacen tanto a través de mensajes de texto como de páginas webs y redes sociales.
La ventaja para las pequeñas empresas, del uso del chatbot como canal de comunicación es doble. Por una 
parte, permite a la pyme tener presencia en redes sociales. Por otra, le da a la empresa la posibilidad de mantener un canal de comunicación permanente con sus clientes.
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